...que los caminos se bifurquen en escritura que se bifurca en escritura que se bifurca en escritura que se bifurca... Que el pensamiento se haga red y la red, encuentro...

miércoles, 15 de febrero de 2012

El Club De La Pelea (David Fincher, EEUU, 1999), por Patricio Oberst*

Este film nos revela de una manera muy singular, que lo que nos define como personas o seres humanos, no es lo que hacemos, sino lo que CONSUMIMOS. La película se enfoca en descubrir quién es verdaderamente uno.
El film cuenta la historia de un consumidor y sufridor de insomnio (Edward Norton), que cree que cuando uno no puede dormir, todo lo que gira a su alrededor es una copia de una copia. Durante un viaje de negocios conoce a un excéntrico y carismático vendedor de jabones llamado Tyler Durden (Brad Pitt). Juntos van a utilizar la violencia como un nuevo tipo de terapia de grupo, que va a desencadenar actos que llevarán a ambos a su destrucción.  
Si observamos detalladamente algunos fragmentos de la película, podemos ver que en nuestro  narrador, cuyo nombre desconocemos (expresa lo que siente bajo el seudónimo de Jack, nombre que saca de un artículo), empieza a gestarse su alter ego. Sus primeras apariciones son en el trabajo y, más importante todavía, en los lugares donde busca ayuda para curar su insomnio: cuando va al médico, el mismo le recomienda que vaya a los grupos de autoayuda, donde Tyler aparece otra vez. El alter ego, o su locura mejor dicho, se desata cuando su departamento explota, destruyendo así todas sus pertenencias. Esto lo vemos en una de las frases más importantes y relevantes de la película cuando Tyler le dice: “Sólo cuando perdemos todo, somos libres de hacer lo que queremos”.
Cuando Marla (Helena Bonham Carter) entra en la vida de Jack, la historia toma un rumbo totalmente diferente. Ella aparece en dos momentos muy cruciales: uno es cuando él  está empezando a superar su insomnio, convirtiéndose en adicto a los grupos de autoayuda, ya que es un farsante al igual que ella, (ésta podría ser la primera aparición de un doble en la película). La segunda vez que ella vuelve a aparecer, es cuando Tyler y Jack ya viven juntos. La aparición de Marla en la historia me recuerda a películas como El secreto de Mary Reiily o Pacto de Amor en las que una mujer es la que desencadena todos los problemas y lleva a nuestros personajes principales a la muerte.
El doble no sólo se refleja en nuestro narrador, sino también en el Club de la Pelea que él junto a Tyler han creado:
La primera regla del Club de la Pelea es:
Nadie habla sobre el Club de la Pelea
La Segunda regla del Club de la Pelea es:
Nadie habla sobre el Club de la Pelea”
Para Tyler uno llega a conocerse verdaderamente cuando pelea, es así que en el Club no importa si el que participa es gerente de una empresa y su rival un mozo de un restaurant. Allí son todos iguales.
El Club de la Pelea comienza como la desesperación y locura de “Jack”, que se convertirá en la salvación para otros.
Si luego de ver la película, volvemos a leer la primera frase: “La gente siempre me pregunta si conozco a Tyler Durden”,  sería otra forma de decir: “La gente siempre me pregunta si ME CONOZCO a mí mismo”.

*Patricio Oberst es estudiante.

1 comentario:

  1. ¿Quién de nosotros no lleva a otro, otros dentro de sí mismo? ¿Quién no se identifica con este protagonista que permanentemente habla de la necesidad de completarse? ¿Será verdad que sólo nos conocemos en el límite, en la pelea, como diría Tyler Durden?
    Buen texto, Patricio, que me ha hecho volver sobre esta película cuyo título simula acción cuando en verdad es eso y mucho más, es todo un tratado filosófico. En este sentido, imperdibles son los diálogos entre Jack y Durden...

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